viernes, 9 de noviembre de 2007

agua

Valentina llora mucho. Llora en los actos del jardin, llora cuando mira el noticiero, llora si se emociona, llora si se pone triste, llora de alegria y de enojo. Ella dice que hace bien llorar, porque cree que en cada lagrima se va una particula de alegria, o de tristeza, y eso la calma. Como si fuera que cuando lloramos estamos saturados de algun sentimiento en particular, y luego lo liberamos progresivamente a traves del agua que sale de nuestros ojitos.
Valentina dice eso cuando sus hijos se lastiman y luego lloran. Ella tiene unos polvos magicos que detienen el dolor (sea fisico o del alma), y hace que las lagrimas se inhiban de salir al exterior. A mora no le gusta llorar porque despues le duele la cabeza. Abril piensa que esta bien, que son cosas necesarias de la vida, como las carcajadas o los tropezones de vez en cuando. Y pedro no habla, pero mora, que dice que lo entiende, asegura que a el tampoco le gusta.
Valentina adora la lluvia. No entiende como hay gente que se pone de malhumor cuando el cielo se pone gris, y de el se desprenden gotas: miles, millones.
Dice que la lluvia tiene muchas cosas positivas: puede usar su paraguas color bordo y sus botas de lluvia estampadas. Puede mirar a traves de los vidrios y mirar lo que pasa afuera, o cambiar el foco de su ojo y mirar solamente las gotas, y que el afuera se vea borroso. Las plantas del patio se llenan de agua natural, que luego se van a transformar en nuevas hojas y ramificaciones. Le puede poner el piloto de sapo a Pedro, y puede jugar a la rayuela con abril y mora en el patio, para que luego la tiza se disuelva en el piso y manche la suela de sus zapatillas.
A valentina le gusta mucho el agua. El agua que se toma, el agua de lluvia, el agua de lagrimas y el agua con jabon y burbujas de la bañera.

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