domingo, 18 de noviembre de 2007

de viajes, amores, y otras cosas.

Valentina antes de dormir, cuando por fin se acuesta y se tranquiliza, piensa. Piensa y analiza su vida, se pregunta algunas cosas, y a veces contesta preguntas de noches pasadas. Cuando Valentina era chica, y se fue de vacaciones con una amiga, la mama de ella le decia que para acordarse de las cosas habia que pensar en ellas la noche de ese dia, y asi quedaban en nuestra memoria. Valentina no sabe si es cierto, pero por las dudas lo hace.
Ayer estaba triste. Extrañaba a mucha gente, y no tenia ganas de estar en el lugar en donde estaba. Por eso, se pregunto si su vida se llenaba de pequeñas cosas, casi insignificantes, porque no habia tenido el valor y el coraje de ir en busca de lo grande: de viajes, de amores, y otras cosas. Su vida estaba llena de ramos de lapices de colores con punta, de flores y plantas, de canciones en la hamaca paraguaya, de bombones, pinturas y libros. Pero no habia amor, ni viajes, ni otras cosas. Porque no tenia valor. Porque tenia miedo. Valentina se puso a llorar. Se incorporo en la cama, y penso que podia hacer. Miro a su alrededor, observando cada detalle. Su vida era valiosa.
¿que mas queria? ¿fiestas en la playa, con atardeceres alucinantes? ¿viajes con amigas, en un auto descapotable con el viento que les despeine el pelo? ¿una casa mas grande? ¿un perro? ¿un novio? ¿un jugo de naranja? ¿manuela?
Valentina extrañaba a manuela. Pero ese es otro tema del que vamos a hablar luego... Por ahora, Valentina no sabe lo que quiere. Y entonces... mejor no quiere nada.

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